Parquet radiante, el calor definitivo


Los suelos radiantes son un producto que se ha comercializado desde hace ya muchos años, no obstante la gente no suele estar informada de lo que es, y normalmente tiene ideas erróneas sobre su coste y funcionamiento. 

La evolución de una técnica romana

Basándonos en la historia hay que saber que los romanos fueron los primeros en emplear este tipo de superficies, estos romanos eran muy listos y no se les escapaba ni un detalle a la hora de acondicionar sus hogares.  Ya por aquel entonces hacían circular los gases de combustión producidos por la quema de madera por debajo de sus viviendas, canalizándolos por conductos de barro, lo que permitía que su suelo pudiera mantener temperaturas cálidas para pasar el frío invierno. 


Es obvio que con el paso del tiempo estas técnicas se han ido perfeccionando, posteriormente y en una época mucho más moderna, cambiaron la fuente de calor por agua. Se trataba de poner conductos bajo el suelo que permitía circular el agua caliente (o fría ya que este sistema también servía para refrigerar) produciendo el mismo efecto de confort.
En la actualidad contamos con el suelo radiante eléctrico, un sistema mucho más cómodo y silencioso. Se trata de un sistema de calefacción de baja temperatura donde el elemento calefactor va integrado en el suelo.



¿Qué ventajas podemos obtener de este sistema y cuál es su coste?

Los sistemas de calefacción comunes, ya sean los radiadores corrientes o los aparatos de calefacción suspendidos en el techo, no proporcionan los mejores resultados. Los primeros calientan la parte inferior de las estancias pero al tratarse de un aparato reducido su alcance no llega al 100% de la superficie, además el aire caliente tiende a elevarse por lo que permanece poco tiempo a la altura en la que las personas se mueven normalmente (a no ser que nos guste trepar por las paredes de nuestros hogares, lo cual es poco probable y una práctica un tanto peligrosa). Los aparatos de calefacción suspendidos en el techo (sí, estos que nos dan calor en invierno y frío en verano) tampoco tienen unos resultados óptimos, ya que mantienen la temperatura cálida únicamente en la parte superior de las estancias. En ambos casos suele ser bastante incomodo cuando alguien abre una ventana o una puerta, ya que nuestro microclima se va al garete en menos de 5 minutos.
Pues bien, con el suelo radiante eléctrico esto no ocurre ¿Por qué? Pues por la sencilla razón de que para empezar contamos con toda una superficie emisora de calor, por este motivo incluso las zonas más frías (esas que ni con 50 radiadores somos capaces de calentar) se acondicionan más rápido. El calor permanece en el suelo y poco a poco va elevándose, pero como la fuente siempre está en la parte inferior no tenemos el problema de que se escape por las ventanas y las puertas.  Además aunque no lo creamos, su coste de mantenimiento es mucho inferior al de la calefacción común, esto es debido a que la temperatura que necesitamos para calentar el suelo es mucho más baja, por tanto el gasto energético también se reduce notablemente.
Así que ya sabéis, a la hora de buscar el mejor producto para calentar nuestro hogar pensemos en esta alternativa económica y efectiva.



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